“Yo no puedo meter una enfermera o un médico recién recibido en una sala de covid-19. Nosotros lo que tenemos que hacer es evitar enfermarnos”, expresó Morínigo en comunicación con Deportes UNO, por las señales de Unicanal y Radio Uno. A la vez, mencionó que si bien tienen unas 100 camas disponibles, una oleada de casos sería imposible de atender en el Instituto.

Además, explicó que si bien estas 100 camas se pueden “terapizar”, es justamente el personal de blanco el que no daría abasto, tanto por la escasez con la que ya se cuenta en este mismo momento, como también por el nivel de atención bastante personalizada y constante que requieren los pacientes graves de coronavirus, precisando presencia de médicos y enfermeros casi en todo momento pendientes de ellos.
Por otra parte, el doctor indicó que en una de las salas más grandes del INERAM, con 48 camas, la ocupación actual es de 46, en las que se encuentran pacientes con cuadros respiratorios pero no positivos para COVID-19.
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Sobre el repentino aumento de los casos positivos sin nexo, el director se pronunció diciendo que en cualquier momento esto podría considerarse como una “vuelta a cero y todo el mundo a sus casas”. Por ello, pide al Gobierno no tener miedo de retroceder y volver a empezar. “Porque cuando te tiembla el pulso para tomar decisiones puede derivar a una hecatombe”, añadió.
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