Autoridades sanitarias deberían decidir esta semana si Asunción y Central, regiones que habían quedado estancadas en la fase 3, avanzarían a la siguiente fase, sin embargo, para el Dr. Fusillo, todavía no estamos preparados para eso.
Fusillo señaló que son muchos los factores que deben tenerse en cuenta, como lo económico, pero observando desde el punto de vista estrictamente sanitario, nos encontramos igual o peor que hace dos semanas.
“Estamos en franco ascenso, seguimos con mas de 100 casos por día, mas de 20 fallecimientos en la ultima semana, hay que ir mirando todas las variables posibles, conocer las situaciones de los hospitales que se están llenando, cosa que no había pasado antes, estamos pasando el periodo mas difícil desde el inicio”.
Asimismo, indicó que las camas de terapia intensiva (UTI) están prácticamente ocupadas, ya en Alto Paraná se encuentran saturados y que, a ese ritmo, en la capital pronto nos veremos en la misma situación, pues tanto las camas de UTI como las comunes están siendo tomadas.
“Hemos habilitado mas de 4 pabellones del hospital de contingencia en el Ineram, tenemos todavía un colchón de camas pero si el contagio se vuelve más intenso ya no vamos a dar abasto”.
No obstante, el Dr. Fusillo consideró que todavía no es una situación incontrolable en la que se tenga que decretar una cuarentena total, pero sí mencionó que podría ser necesario poner restricciones horarias como una medida de freno.
Sobre los testeos, dijo que para estar tranquilos y mantener una epidemia controlada, se necesita aumentar la cantidad de muestras por día, de manera a aislar lo más rápido posible a los positivos e identificar a los contactos para sacarlos de circulación.
“Es allí donde estamos teniendo un déficit, actualmente hay un retraso de las pruebas de entre 7 a 10 días, es decir, la película que vemos hoy, probablemente fueron muestras tomadas hace 7 días atrás, estamos viendo solo la punta del iceberg y hay una cantidad de personas que no estamos detectando ”.
El médico José Fusillo puntualizó que el problema con avanzar a la fase 4 es que incluye muchas actividades sociales, lo que implica el riesgo de que, al haber una gran cantidad de personas posiblemente contagiadas que no fueron detectadas, aumenten exponencialmente los contagios.
