El financiamiento será cada vez más acompañado por preceptos de desarrollo sostenible, que se convertirán en elemento corriente de las operaciones de los bancos, según se coincidió en la jornada final del 1º Congreso Latinoamericano de Banca Sostenible e Inclusiva.
El mismo se desarrolló en Asunción, donde la inclusión financiera, equidad de género, innovación tecnológica y gobernanza para la sostenibilidad fueron analizados por expertos en conferencias y paneles.
El esfuerzo de los bancos de desarrollo en conseguir facilidades que permitan beneficiar a empresas orientadas al desarrollo sostenible, fue enfocado por Juan Carlos Elorza, del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), en el arranque de la última jornada del evento.
“También estamos atentos a impulsar políticas estratégicas en reindustrialización, basadas en una amplia y accesible oferta de energías limpias”, agregó el experto en el congreso organizado por la Asociación de Bancos del Paraguay (ASOBAN) y la Federación Latinoamericana de Bancos (FELABAN).
Como tópico fundamental, Elorza especificó que, en el corto plazo, el financiamiento que vaya acompañado de preceptos de desarrollo sostenible no será diferenciador (hoy sí lo es todavía), sino que se convertirá en el elemento corriente de las operaciones de los bancos.
El alto ejecutivo habló también del Laboratorio de Inclusión Financiera (LIF), perteneciente al CAF, con aportes al desarrollo como el escalamiento del emprendimiento e iniciativas con mayor aporte para mejorar la inclusión financiera de los migrantes.
Innovaciones en la inclusión financiera
En el panel sobre casos innovadores de inclusión financiera provistos por el sector privado en América Latina, Denisse Macías, de Banco Sol de Bolivia, señaló los cuatro pilares de su entidad, enfocados a los clientes, al talento humano, la innovación y la sostenibilidad, bajo un modelo que contribuye a 11 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Pablo Videla, de la Fundación Banco Ciudad de Buenos Aires, refirió por su parte que entre los clientes migrantes de la entidad bancaria están 60.000 que llegan de Paraguay, Bolivia, Perú y Venezuela, más otros 160.000 clientes jubilados.
Agregó un caso de éxito, en el que se brindó crédito a 600 recuperadores urbanos (cartoneros) dentro de una vertiente social necesaria desde la entidad.
En torno a las facilidades y soluciones para el segmento femenino, Visión Banco creó el producto Visión Mujer, según especificó a su turno Silvia Bracho, gerente de negocios y marketing de la entidad.
“Casi el 50 % de nuestros clientes son mujeres y hay 370 mil de ellas que accedieron a préstamos, con 400 mil productos de ahorro y 31 mil tarjetas de crédito, que les sirven como medio de pago y asistencia”, sostuvo.
Condiciones para el acceso
La equidad de género como tema de importancia capital para la banca y el sector financiero fue abordada por Stella Guillén, presidente de la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD): “El desafío es mirar a las personas asumiendo que no todos tienen la misma línea de partida. Equidad es ser conscientes de dónde parten aquellas y generar condiciones para el acceso a la misma oportunidad”, resaltó.
Agregó que la inclusión financiera de la mujer es rentable, ya que aumentan la cuota del mercado, la venta cruzada y la lealtad, hay mayor preferencia al ahorro y un comportamiento más positivo ante el riesgo.
Por Banco Basa habló en el panel Montserrat Aponte, para quien el objetivo del Programa Mujer de esa entidad bancaria busca generar un impacto social, en un segmento con una brecha en búsqueda de oportunidades de financiación y bancarización.
En tanto que José Etchegoyen, especialista global y líder regional de la Corporación Financiera Internacional (IFC), aportó que la institución tiene un enfoque de género, de diversidad, equidad e inclusión, con programas para mujeres emprendedoras, poblaciones forzosamente desplazadas, población LGBTI, afrodescendientes, comunidades nativas, y adultos mayores.
Segmentos a los que también se deben atender
Las poblaciones indígenas, adultos mayores, migrantes y refugiados son nuevos segmentos a ser atendidos por la banca tradicional.
Para debatir en torno al tema habló Craig Loschmann de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR), brindando referencias en torno a las necesidades financieras de los refugiados, traducidas en la asistencia en efectivo y para la vivienda, alimentos, remesas para la familia, microcréditos de consumo y para las empresas, desde su llegada hasta su desplazamiento.
Por otra parte, entre las estrategias del Banco Nacional de Costa Rica están los factores que hacen a la generación de valor para el ambiente, la sociedad y la economía. “Bancarizar a la gente es darles identidad para generar mejor calidad de vida”, destacó Silvia Chaves, representante de esta institución centroamericana.
Cristina Paredes, de BID Invest, aportó que en la economía de la longevidad (llamada también plateada), el consumo de las personas mayores será próximamente de unos USD 2 billones en América Latina, y USD 15 billones en el mundo, por lo que se deben analizar las tendencias y proyectar estrategias para adelantarse a esas necesidades.