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Caso de alumno golpeado no se trataría de un caso de bullying, aseguran desde el MEC

Mar 8, 2024

Un joven de 17 años se encuentra en estado crítico en el Hospital Regional de Caacupé luego de ser brutalmente golpeado por tres compañeros. Autoridades del MEC en el marco de la investigación descartan que se trate de un caso de bullying.

En la última semana se registraron preocupantes situaciones de violencia estudiantil en Caacupé, en el Departamento de Cordillera. El caso más reciente involucra a un estudiante de 17 años que se encuentra en estado crítico en el Hospital Regional de Caacupé, luego de ser brutalmente golpeado por tres compañeros de colegio.

Caso de alumno golpeado no se trataría de un caso de bullying, aseguran desde el MEC. Foto: Imagen Referencial.

Según informes de la Policía Nacional, el joven recibió varios golpes de puño en el rostro durante un presunto altercado relacionado con el robo de un teléfono celular en la institución educativa.

La situación escaló rápidamente de un reclamo verbal a una agresión física que dejó al adolescente al borde de la muerte. Tras el violento incidente ocurrido la noche del miércoles, el estudiante fue trasladado de urgencia al hospital regional, donde permanece internado en grave estado.

Descartan que se trate de un caso de bullying

En comunicación con Radio Uno 650 AM, Sonia Escauriza, directora general de Protección de los Derechos de la Niñez y Adolescencia del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), manifestó su preocupación y además confirmó que el motivo de la supuesta pelea que desencadenó en la agresión al alumno fue el mencionado celular.

“El motivo de la supuesta pelea fue por un celular, el joven quedo en observación el miércoles y el jueves recibimos el informe que ya le dieron el alta médica”, afirmó.

Tras recibir el alta médica el jueves, el joven agredido quedó bajo observación desde el día anterior. “El jueves fuimos hasta el colegio y descartamos de que se trata de un caso de bullying, entonces accedimos a las imágenes del circuito cerrado”, aseguró.

Escauriza destacó que, a raíz de este suceso, se llevaron a cabo investigaciones para esclarecer los hechos, incluyendo el análisis de imágenes de circuito cerrado proporcionadas por la institución educativa. A pesar de la gravedad de las imágenes, se concluyó que se trató de un accidente, descartando la hipótesis de bullying.

“Las imágenes fueron muy fuertes, pero fue un accidente, la institución está realizando las investigaciones pertinentes. Cuando ocurre estos casos, es fundamental informar a la supervisión dentro de las 72 horas”, señaló.

Es fundamental recordar que, ante casos como estos, es vital informar a las autoridades correspondientes en un plazo no mayor a 72 horas. La violencia estudiantil sigue siendo un problema preocupante en las instituciones educativas, y es responsabilidad de todos prevenir y abordar estas situaciones de manera adecuada para garantizar la seguridad y bienestar de los jóvenes.

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