En un acto de solidaridad y esperanza, un antiguo hipermercado en la ciudad de São Leopoldo, ubicada en el sur de Brasil, se ha reconvertido en un refugio temporal para decenas de mascotas rescatadas en medio de las catastróficas inundaciones que han azotado la región.

Antiguo hipermercado se convirtió en un refugio de animales rescatados de la inundación. Foto: EFE
Las amplias estanterías que solían exhibir productos en este gigantesco espacio comercial han sido reemplazadas por casetas que albergan a perros y gatos en busca de sus dueños o de un nuevo hogar.
Giovanna Godoy, una mujer de 50 años, ha regresado por segunda vez al refugio en su búsqueda desesperada por reencontrarse con su perrita de siete años, perdida durante las inundaciones que han dejado un rastro de destrucción en todo el estado de Rio Grande do Sul, en el extremo sur de Brasil.

Activistas y voluntarios adecuaron las instalaciones para darle hogar a mascotas rescatadas. Fuente: EFE.
«La primera vez que vine no la encontré y ahora he vuelto porque hicieron una publicación diciendo que estaba aquí», compartió Giovanna , mostrando la determinación de muchos en medio de la adversidad.
En este conmovedor refugio trabajan voluntarios abnegados como Alison, quien cuida con cariño a una perra recuperada de una herida en la cara, a la que ha nombrado Dafne. «Vamos a buscarle un hogar», afirma el voluntario, empujando el carrito de la compra que transporta a Dafne por los pasillos del antiguo hipermercado.
La tragedia de las inundaciones llevó a un esfuerzo conjunto de rescate que ha logrado salvar a más de 12.000 animales, mezcla de mascotas y especies silvestres, desde que comenzaron las lluvias hace tres semanas en Rio Grande do Sul, limítrofe con Uruguay y Argentina.

Hasta el momento han logrado salvar a más de 12.000 animales. Foto: EFE.
La solidaridad hacia los animales afectados ha sido palpable en cada rescate, incluyendo momentos emblemáticos como el salvamento en vivo en televisión del caballo Caramelo, visto atrapado en un tejado rodeado de agua antes de ser rescatado.
Incluso la primera dama de Brasil, Rosângela Lula da Silva, conocida como Janja, se ha sumado al movimiento adoptando a una perra rescatada a la que ha llamado Esperanza. Este desastre sin precedentes en la región ha cobrado la vida de 163 personas y ha desplazado a más de 600.000 habitantes, marcando profundamente la historia y la solidaridad del pueblo brasileño en medio de la adversidad.
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Fuente: EFE