Mientras el mundo aguarda la elección del nuevo papa, la sala de las lágrimas también se encuentra a la espera del cardenal que se convertirá en el sucesor de Francisco.

La sala de las lágrimas aguarda por el sucesor de Francisco. Foto: Vaticano
El pequeño cuarto está ubicado en la pared del Juicio Final de la Capilla Sixtina, al lado izquierdo del altar, donde después de la elección, el nuevo Papa entra para cambiarse de ropa y recogerse en oración durante algunos minutos.
La sala de las lágrimas, tiene escrito en una de sus paredes, empotrada, una lápida con fecha 31 de mayo de 2013 que describe un momento íntimo de un papa elegido en 1590.
“En esta sala, denominada ‘del llanto’ desde Gregorio XIV, quien aquí, el 5 de diciembre de 1590, recién elegido Papa, derramó lágrimas de emoción, el nuevo Pontífice, después de aceptar la elección, se viste con los atuendos propios“, el escrito de la lápida.
El cuarto, también conocido como sala de llantos, es una habitación pequeña que cuenta con dos escaleras; una que sube y otra que baja, más una ventana y es conocido por ser el lugar donde el cardenal se viste para saludar al mundo como el nuevo papa.
La sala está decorada con sencillez: una mesa de madera oscura, dos sillas, un sofá rojo y un perchero donde esperan las diferentes tallas de la sotana blanca papal.
Es el primer lugar donde hasta entonces Cardenal se encuentra solo luego del cónclave, allí toma conciencia de todo lo que ha vivido y, por sobre todo, en lo que se transforma a partir de ese momento.
A partir de ese momento deja los hábitos cardenalicios y asume los pontificios, mucho más exigente, se convierte en la nueva figura de la iglesia católica, un líder que asume los desafíos de ser el sumo pontífice ante los ojos del mundo.
Tras cambiarse y terminar su oración, el nuevo papa sale de la sala de lágrimas para encaminarse al balcón central de la basílica de San Pedro, donde por primera vez, saludará al mundo como el sucesor de San Pedro.
Fuente: Vaticano New