Luego del horrendo crimen de María Fernanda, la adolescente de 17 años quien habría sido asesinada por su novio, un menor de 17 años, habló el padre de la víctima, don Bernardo Benítez para exigir justicia y denunciar inacción de la Fiscalía.

María Fernanda, adolescente asesinada en Coronel Oviedo. Foto: Redes
“Le jugaron todo a mi hija, la destrozaron. Los implicados son unos monstruos, porque le rociaron con combustible y luego la quemaron. Sobre su cuerpo colocaron un perro muerto para despistar, son unos monstruos”, dijo con mucho dolor.
Igualmente, denunció a las autoridades, alegando que estas supuestamente no actuaron a tiempo en la desaparición de su hija e inclusive habrían sido sobornadas por la familia del principal sospechoso.
«La fiscala (Gladys Torales) no hizo su trabajo como debía hacer. Pido que la fiscala vaya a la cárcel, pido un cambio de autoridades en Coronel Oviedo; también pido la salida del jefe de Investigación que me negó el rastreo del celular de mi hija; todos son corruptos, no confiamos en ellos”, afirmó don Bernardo.

Don Bernardo Benítez, papá de María Fernanda. Foto: Captura de video
“Busqué a mi hija por cuenta propia, actué como investigador y trabajaba toda la noche para localizarla. Después de que murió mi hija recién se movilizaron las autoridades”, añadió don Bernardo, quien indicó que su hija era muy querida en la comunidad, tenía muchos sueños por cumplir y era servidora en la iglesia.
Según señaló don Bernardo, no sabía que su hija estaba embarazada y sospecha que su novio, con la complicidad de sus padres, la obligaron a abortar en una farmacia, que derivó en su muerte. “Les salió mal el trabajo, mi hija murió y por eso decidieron quemarla”, lamentó.
“Toda la familia (del presunto autor) está implicada en la muerte de mi hija; la madre que es profesora y el padre que es guardiacárcel. Los de la farmacia también están implicados que le vendieron la pastilla (para abortar)”, sentenció con mucho dolor.
Hasta el momento, la Fiscalía imputó a dos personas por el horrendo crimen. Se trata del novio de la víctima, un adolescente de 17 años, y una joven, amiga íntima del sospechoso.