El mediocampista, a los 41 minutos de la primera mitad, aprovechó un rebote, controló el balón y con un disparo perfectamente colocado e imposible para el portero rival anotó el segundo para el América, ante unas 80.000 personas en el imponente Estadio Azteca.
Haciendo honor a la frase que le adjudicaron en el Olimpia: “Richard, si no es golazo, no vale”, puso momentáneamente en ventaja de dos tantos a su equipo.
Sin embargo, en el transcurso de la segunda mitad, el Monterrey, donde destaca la figura de nuestro también compatriota Celso Ortiz, logró darlo vuelta a través del gol de Rogelio Funes Mori a los 75 minutos, igualando así el global en 3-3.
Ya en tanda de penales, el América terminó cediendo 2-4 y Monterrey se consagró campeón del Fútbol Mexicano.