Esto implicó un desembolso de Gs. 14,3 billones para poder financiar el gasto en remuneración del personal estatal.
Sin embargo, la recaudación de impuestos, visiblemente afectada por la recesión económica registrada este año y la caída en las importaciones, aumentó apenas 1,5% en el mismo periodo, llegando a los Gs. 21,8 billones.
Esto hace que el gasto salarial financiado con los ingresos tributarios se incremente en 4 puntos porcentuales, pasando del 65% en el 2018 al 69% en este año. Esto quiere decir que de cada Gs. 100 que se cobran de impuestos, Gs. 69 van a salarios del plantel público.
Según la rendición de cuentas presentada por la cartera fiscal, el gasto público, en general, cerrará el presente año con un crecimiento del 7,7%, ubicándose en el 14% del Producto Interno Bruto (PIB).