
Al respecto, el viceministro de Comercio, Pedro Mancuello, quien acompaño las negociaciones, dijo que luego de varios análisis el Gobierno concluyó que no puede dejar de cobrar las mezclas de la nafta virgen con otros componentes, pues se convierten en nuevos productos que deben estar alcanzados por el impuesto.
Desde el MIC señalan que como órgano regulador hicieron varias simulaciones sobre el impacto económico que tendrá el gravamen y concluyeron que no debería exceder los 50 gs por litro, dependiendo del tipo de combustible.
Desde la Subsecretaría de Estado de Tributación habían señalado, que el 20% que el importador paga en aduanas es un anticipo de lo que deberá abonar por la venta de las naftas al público, según indica el Decreto Nº 3.109. Al tratarse de productos gravados por el ISC que por su proceso de industrialización o cualquier tipo de transformación hayan sido modificados en su estado, en sus propiedades o en sus características se considera un nuevo producto y su comercialización debe ser gravada. Las naftas de hasta 88 octanos deberán pagar 24% por la comercialización, las naftas con o sin plomo desde 88 octanos hasta 96,9 octanos el 34% y aquellos que sean superiores a los 97 octanos pagarán un 38%.