El 30 de diciembre de 2004, la banda Callejeros ofrecía un recital en la discoteca República de Cromañón, ubicada sobre la calle Bartolomé Mitre, en el barrio Once de la ciudad de Buenos Aires.
La tragedia sucedió cuando en el primer tema que empezó a tocar el grupo, una bengala provocó un incendio en la media sombra que cubría el techo del establecimiento.
Cromañón tenía una capacidad máxima de aproximadamente 1.037 personas, sin embargo, esa noche, se dejó ingresar a más de 3.000.
El humo tóxico terminó con la vida de 194 personas. Quienes intentaron salir del lugar reportaron que una de las salidas de emergencia estaba cerrada con candado.
Tras la tragedia, investigadores corroboraron que el lugar tenía una serie de irregularidades, empezando por los planos. Los mismos no coincidían con la estructura del lugar. Además, se constató que los extintores estaban vencidos, la manguera para incendios no funcionaba y no existía un plano de evacuación. Aun así, los organizadores del concierto consiguieron la autorización para realizarlo.
La investigación judicial detectó graves fallas en las habilitaciones y controles del local y unas 15 personas finalmente fueron llevadas a juicio como responsables de la tragedia. Tras el hecho, el Gobierno realizó un control a todas las discotecas y procedió a clausurar una gran cantidad de ellas. Además, se destituyó al jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra.
Los familiares de las víctimas fallecidas y sobrevivientes formaron un gran colectivo de movilización pública y demanda de la justicia, por las muertes y los daños sufridos.
Fuente: Clarín