El día miércoles, dos alumnos y dos profesores murieron durante un tiroteo perpetrado por un adolescente de 14 años en la escuela secundaria Apalachee de Winder, en Georgia, Estados Unidos.
A un día del ataque, en el que también resultaron gravemente heridos 8 alumnos y un docente, se dio a conocer que el menor había sido investigado el año pasado a raíz de unos mensajes en internet, en los que supuestamente amenazaba con un tiroteo en una escuela.
El FBI redujo las amenazas y remitió el caso al departamento del alguacil del condado de Jackson, adyacente al condado de Barrow.
Sin embargo, la investigación no avanzó debido a que las autoridades no disponían de pruebas suficientes para proceder a su detención. De igual manera, alertaron a las escuelas locales para que siguieran vigilando al adolescente.
El día del ataque
A un año de aquella investigación, el adolescente perpetró el ataque, luego de abandonar la clase de álgebra de la segunda hora.
Una de sus compañeras lo describió como un chico “callado” y pensó que ese miércoles estaba faltando a clase de nuevo, como generalmente ocurría.
Sin embargo, minutos después llegó a la escuela armado con un rifle de asalto y apuntó a los estudiantes en un pasillo de la escuela cuando sus compañeros se negaron a abrirle la puerta para que volviera a clase.
Cuando una de sus compañeras miró a través de una rendija de la puerta, vio que el estudiante se giraba y oyó una ráfaga de disparos. Los alumnos se agacharon al suelo y se arrastraron por todas partes, buscando un rincón seguro donde esconderse.
Desafortunadamente, 4 personas perdieron la vida y otras 9 resultaron gravemente heridas.
El adolescente fue capturado por dos agentes de seguridad de la escuela, pocos minutos después de que se emitiera un informe de los disparos; el mismo se rindió inmediatamente al ver al personal de seguridad, señalaron medios internacionales.
De acuerdo a los datos, este jueves será sometido a un interrogatorio y será juzgado como un adulto.
Fuente: EFE