Una adolescente de 15 años fue víctima de un brutal reto viral de Tik Tok en su escuela y quedó sorda luego de que una bomba de estruendo casera explotara luego de que pasara cerca del basurero donde habían colocado.
Luego de diversos tratamientos, la víctima supo que sufre »hipoacusia neurosensorial bilateral severa» por lo que perdió el 96.4 % de su audición.
Igualmente, deberá someterse a una operación para colocarle unos implantes cocleares, cuyo valor van desde los 40 mil a 60 mil dólares.
A causa de ello, sus médicos le prohibieron de por vida el rugby y el karate, sus pasiones, y cualquier otro deporte de contacto.
«Ella está destrozada», expresó su padre al medio Clarín. El mismo realizó una denuncia penal y apuntó contra las autoridades del colegio lo ocurrido.
El fiscal de la causa, Rodolfo Moure, detalló que no hay un hecho culposo, sino doloso. Así, la causa fue calificada como estrago doloso, lesiones graves y omisión de auxilio.
«El colegio subestimó el hecho en todo momento. Nunca le dio intervención a las autoridades policiales. No resguardó la escena donde sucedió ni los elementos que produjeron el estallido para que fueran peritados, dijeron que llamaron a la ambulancia y nunca llegó. Minimizaron lo que ocurrió», dijo.
“No se llamó a la División Explosivos ni Policía Científica para que pudiera levantar huellas y eso que la explosión fue terrible: el vicedirector me dijo que él estaba en el primer piso, se asustó y bajó corriendo para que ver que había pasado», añadió.
Asimismo, indicó que desde el colegio tampoco avisaron a la familia, recién cuando su madre fue a retirar a su hermano menor se enteró lo que había ocurrido.
«Llegué y estaba aturdida, tirada en el piso en preceptoría, la ambulancia no llegó nunca, la llevé yo a la Clínica 25 de Mayo», contó su madre.
Sobre los responsables, el fiscal indicó que tanto el colegio como la inspectora le dijeron que no están identificados y que «si los identifican, las sanciones serán reparadoras».
«Evidentemente no saben si fue una persona o varias. Hay mucho secretismo, sospechan que las familias lo saben y están protegiendo a sus hijos de la denuncia penal. La inspectora me dijo que con las leyes que hay, no hay sanciones como excluirlos de la escuela, sino que evalúan la matriculación del año entrante», cuestionó el fiscal.
Fuente: Fiscal