Un “crimen ruso manifiestamente brutal” y “un acto de terrorismo completamente deliberado”. Así describió Volodimir Zalensky, presidente de Ucrania, al bombardeo ruso que causó la muerte de unas 49 personas en una cafetería y un negocio de la localidad de Hroza en la región de Kharkiv, en el este de Ucrania.
Se trata de uno de los ataques más mortíferos de los últimos meses que se produjo mientras el presidente ucraniano asistía a una cumbre de unos 50 líderes europeos en España para recabar el apoyo de los aliados del país.
Hroza está ubicado situado cerca de la ciudad de Kupiansk, próximo de la línea de frente que separa las fuerzas ucranianas de las rusas. Antes de la guerra, vivían allí unas 500 personas.
El fiscal general de Ucrania dijo que 49 personas murieron y al menos otras siete resultaron heridas en el ataque, que según la administración militar local tuvo lugar poco después de las 13:00 horas.
Por su parte, el jefe del Estado Mayor Presidencial, Andrii Yermak, y el gobernador de Kharkiv, Oleh Syniehubov, dijeron que entre los muertos había un niño de 6 años.
Según el ministro del Interior, Igor Klymenko, las víctimas estaban reunidas en un velatorio. “Era el velatorio de un aldeano que había muerto”, declaró.
El ataque se produjo mientras Zelensky se encontraba en Granada, en el sur de España, para asistir a una cumbre de la Comunidad Política Europea, que se formó tras la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia en febrero de 2022.
El mandatario instó a los aliados occidentales a ayudar a reforzar las defensas aéreas de Ucrania, diciendo que “el terror ruso debe ser detenido.”
“Rusia necesita este y otros ataques terroristas similares para una sola cosa: hacer de su agresión genocida la nueva norma para todo el mundo”, dijo. “Ahora estamos hablando con los líderes europeos, en particular, sobre reforzar nuestra defensa aérea, reforzar a nuestros soldados, dar a nuestro país protección contra el terror. Y responderemos a los terroristas”.
Fuente: Infobae.