Una dramática situación se vive desde hace varios días en la ciudad de Yashio, al norte de Tokio, Japón, luego de que un camión de tres toneladas, conducido por un hombre de 74 años, cayera en una grieta que se abrió repentinamente en el asfalto.
El trabajador permanece atapado en el hoyo desde la mañana del martes 28 de enero y el último contacto que se tuvo con él fue ese mismo día, lo que disminuye las esperanzas de rescatarlo con vida.
Desde entonces, la situación ha empeorado, pues la grieta, inicialmente de 10 metros de ancho y 4 de profundidad, ha crecido hasta alcanzar los 40 metros de ancho.
Según señalaron medios internacionales, este aumento del hundimiento dificultó las tareas de rescate y dejado en evidencia la fragilidad de las infraestructuras subterráneas en Japón.
A pesar de los esfuerzos de los equipos de rescate, que han utilizado grúas y drones para intentar localizarlo, las condiciones del terreno continúan siendo muy inestables.
En un esfuerzo por estabilizar el área, se han comenzado a construir rampas para permitir el acceso de equipos pesados de manera más segura, pero el proceso sigue siendo lento.
Las autoridades creen que el derrumbe fue causado por una tubería de alcantarillado corroída, ubicada a unos 10 metros bajo la ruta y que las aguas residuales que se desbordaron erosionaron el suelo circunstante, provocando el socavón.
Fuente: EFE/AP