Todos los perros domésticos que se encuentran en Pyongyang fueron confiscados por orden del dictador norcoreano Kim Jong-un. Esta decisión fue por supuestamente ser un símbolo de la “decadencia capitalista”.
La directiva ya fue emitida en el mes de julio alegando supuestamente que eran parte de “una tendencia ‘contaminada’ por la ideología burguesa”. Según fuentes anónimas, los canes fueron retirados de las casas a la fuerza y luego sacrificados.
La determinación fue bastante cuestionada por la población, y aseguran temer que las mascotas sean utilizadas para alimentar a las personas menos pudientes, ante la crisis desatada, ya que actualmente un 40% de los habitantes necesitan ayuda alimentaria.
Según el periódico Chosun Ilbo, en los últimos años las clases altas del régimen empezaron a adoptar perros, como un símbolo de poder económico y sofisticación. Por otra parte, la fuente declaró al medio surcoreano que “la gente común cría cerdos y ganado en sus porches, pero los funcionarios de alto rango y los ricos tienen sus propias mascotas, lo que avivó cierto resentimiento”, aseguró.
Fuente: Infobae / TN