Colectivos sociales denunciaron el asesinato de un guardián indígena que protegía la selva amazónica del Brasil. El ataque habría sido perpetrado por madereros ilegales, en medio de una emboscada en las tierras de Arariboia, en el estado de Maranhao.
Paul Paulino Guajajara, conocido como el “lobo”, fue atacado mientras cazaba en la zona y tras una “intensa confrontación”, recibió un disparo en la cara que ocasiono su muerte.
Además, el líder indígena Laercio Guajajara también resultó herido antes de lograr escapar, y ahora se encuentra internado, informo la Articulación de los Pueblos Indígenas Brasileños.
El caso causo conmoción entre las comunidades, pues aseguran que sus tierras están siendo invadidas mientras sus líderes son “atacados, asesinados y criminalizados”, y responsabilizan a las políticas de la actual administración. “El gobierno de Bolsonaro tiene sangre indígena en sus manos”, señala el comunicado de APIB.
Por su parte, el Ministro de Justicia, Sergio Moro, anuncio el inicio de las investigaciones por parte de la Policía Federal.
El Instituto Socioambiental insto a las agencias gubernamentales a “poner fin a las invasiones” para interrumpir el “ciclo de violencia al que están sometidos los pueblos indígenas”, pues aseguran que los pueblos siguen amenazados.
Los activistas hablan de un descuido del Gobierno en la defensa de los derechos de los pueblos indígenas y el medio ambiente. De hecho, un informe del Consejo Indigenista Misionero denuncio 160 nuevos casos de invasión, registrados entre enero y septiembre de 2019, duplicando las cifras del año pasado.