Por Claudia Aguilera, informe especial desde Washington:
EE.UU. vivirá por segunda vez la toma de cargo presidencial de Donald Trump. Pese a su discurso disruptivo, expertos aseguran que las prioridades para el país siguen siendo defensa nacional, economía y lucha contra el crimen y terrorismo.
Sin embargo, generan incertidumbre los aranceles que serán impuestos para contrarrestar el avance de China y sus productos, tasas que podrían comprometer la inflación y la economía de los ciudadanos. Otra preocupación se genera con la intención de deportación masiva de inmigrantes ilegales, lo que podría afectar a la producción y al rubro de servicios.
El mundo analiza cuál será el impacto geopolítico y económico del segundo periodo del magnate en la Casa Blanca. Expertos indican que en cuanto al vínculo con América Latina: las políticas migratorias serán más estrictas, aumentará la tensión con gobiernos de izquierda, se reducirá la ayuda externa, se hará foco en seguridad y lucha contra el narcotráfico, y podrían registrarse inconvenientes en el sector comercial por episodios proteccionistas de Estados Unidos.
En lo que se refiere a Paraguay, el presidente Santiago Peña dijo desde Washington DC que el país se posiciona como un aliado estratégico para EE.UU., y se considera también de relevancia la designación de Marco Rubio como secretario de Estado, encargado de la política exterior del país del norte.
El exsenador tiene identidad con América Latina, lo que pone a Paraguay más cerca de la mirada de Trump. Sin dudas, es una coyuntura en la que Peña podría hacer gala de su “diplomacia presidencial” para mejorar la calidad de vida de los paraguayos y fortalecer la institucionalidad en el país.