El anillo del Pescador utilizado por el papa Francisco durante sus 12 años de pontificado, será destruido o desfigurado, dentro de los muros del Vaticano tras su muerte, a los 88 años.

El anillo del Pescador del papa Francisco será destruido. Foto: Toby Melville/POOL/AFP/Getty Images
Según la historia que se remonta al menos al siglo XIII, el anillo del Pescador es uno de los elementos más reconocibles del atuendo papal, que lleva escrito el hombre de San Pedro, que fue pescador, y el primer papa.
El anillo del Pescador, lleva un colgante llamado bulla que servían tradicionalmente como sellos oficiales para las cartas y documentos conocidos como breves papales, mediante la cual se evitaban que las cartas o decretos póstumos sean falsificados.
Esta tradición no se realizaba desde 1521 hasta 2013, porque cuando Benedicto XVI, se convirtió en el primer papa en renunciar en seis siglos, se estableció una nueva tradición, donde se grabó una profunda cruz en la superficie del anillo con un cincel.
Se espera que el actual camarlengo Kevin Joseph Farrell, el cardenal irlandés nombrado para el cargo por Francisco en 2023, siga el mismo camino y desfigure el anillo antes del cónclave papal.
Francisco fue un papa que siempre rompía los protocolos. Algunos pontífices, como Benedicto XVI, optaron por llevarlo a diario, mientras que Juan Pablo II solía llevar un anillo alternativo.
Por su parte, Francisco llevaba su anillo del Pescador en las ceremonias oficiales, aunque para el uso diario lo cambiaba por un sencillo anillo de plata, y algunos señalan que Francisco se sentía incómodo con el acto de que se besara el anillo.
Hasta el día de la fecha, el destino del anillo tras el cónclave, al igual que muchas de las cuestiones que rodean el secreto proceso de selección, aún está por verse, pues nadie ha confirmado que se seguirá con el mismo ritual.