La Duquesa de Cambridge, Kate Middleton, volvió a cautivar al público al reaparecer en Wimbledon junto a su hija, la princesa Carlota. Después de un mes desde su primera aparición en público, Kate decidió asistir a la final masculina del torneo, que enfrentaba a Carlos Alcaraz y Novak Djokovic. Esta es su segunda aparición en seis meses, tras someterse a una cirugía abdominal a principios de año que reveló su lucha contra el cáncer.

Kate Middleton reaparece en Wimbledon junto a su hija, la princesa Carlota. Foto: Infobae.
El Palacio de Kensington anunció el esperado regreso de Kate a través de un comunicado, generando grandes expectativas entre sus seguidores. A pesar de sus “buenos progresos” en la salud, la esposa del príncipe Guillermo estuvo centrada en su tratamiento y recuperación, alejada de eventos públicos. Sin embargo, su presencia en Wimbledon ha sido recibida con alegría y emoción por parte de los asistentes.
Acompañada por su hermana, Pippa Matthews y su hija, la princesa Carlota, Kate llegó a la Pista Central del All England Club para disfrutar del emocionante partido. Aunque el príncipe Guillermo no pudo acompañarla debido a su viaje a Berlín para presenciar la final de la Eurocopa, Kate se mostró radiante y sonriente durante todo el evento.
Middleton es patrocinadora del All-England Lawn Tennis and Croquet Club desde 2016, y el año pasado fue la encargada de entregar el trofeo a Carlos Alcaraz, quien este año repitió la final masculina de Wimbledon, donde se impusó a Novak Djokovic y se consagró campeón en Wimbledon por segundo año consecutivo. El español obtuvo la victoria con 6-2, 6-2 y 7-6 (7/4) y alcanzó su cuarto Grand Slam a los 21 años
Esta aparición significa un paso más en la recuperación de Kate Middleton, quien permaneció alejada de los compromisos reales debido a su enfermedad. Su presencia en Wimbledon demuestra su fuerza y determinación para continuar adelante a pesar de los desafíos que enfrenta. Sin duda, su regreso ha sido recibido con gran afecto y admiración por parte de sus seguidores y del público en general.
Fuente: La Vanguardia