Adultos y niños en Lahaina, Hawaii, tuvieron que refugiarse en las aguas del océano para no ser alcanzados por los incendios que atacaron la isla de Maui, alimentados por los fuertes vientos del huracán Dora que pasó al sur de la misma.
Los incendios dejaron a su paso autos calcinados en unas calles muy concurridas y montones de escombros humeantes, donde anteriormente se encontraban edificios históricos. El fuego azotó durante toda la noche.
Las autoridades reportaron que 271 estructuras quedaron dañadas o destruidas a causa de las llamas. Además informaron que 36 personas perdieron la vida y otras docenas resultaron heridas.
Cambios climáticos extremos
Los incendios son parte de una serie de problemas causados por el clima extremo registrado en todo el planeta este verano. Según los expertos, el cambio climático está aumentando las probabilidades de que se produzcan este tipo de fenómenos.
Panorama devastador
A medida que los vientos se calmaban en Maui se reanudaron algunos vuelos, lo que permitió a los pilotos observar el alcance de la devastación. El fuego arrasó con docenas de viviendas y negocios, incluyendo en Front Street, el lugar donde solían acudir los turistas para sus compras y cenas.
Escombros humeantes se acumulaban junto al paseo marítimo. Así también, los barcos del puerto estaban dañados y el humo gris se elevaba entre los esqueletos sin hojas de los árboles calcinados.
El responsable de Educación del Departamento de Estado, Keith Hayashi, informó que un equipo trabajaba en los planes de contingencia y se preparaba para la posible pérdida de una escuela primaria que llevaba más de un siglo funcionando en Lahaina.
Fuente: Infobae.