Se trata de Christian Brueckner, un alemán que se encontraba acampando en una camioneta en el mismo lugar en el que se alojaba la familia McCann en Praia da Luz, en el 2007, año en el que desapareció la pequeña.
Pero lo nuevo en este caso que cada vez se hace más complicado es un hallazgo inquietante: la policía alemana excavó el terreno en el que vivió el sospechoso en Hanover, en el año 2007, y fue encontrada una especie de sótano en lo que habría sido el jardín. Hoy las investigaciones apuntan a que pudo haberlo utilizado para mantener cautiva a Maddie.
Las fuerzas de seguridad de Hanover desplazaron una excavadora a las inmediaciones del escondite, con una gran cantidad de agentes que utilizaron palas y rastrillos. Además, llevaban perros específicamente adiestrados.
Los agentes de Alemania siguen la investigación como un caso de homicidio, a diferencia de las líneas de investigación de Inglaterra y Portugal, quienes aseguran que tienen indicios de que la niña está viva.
En cuanto a los padres, reclaman que se les presenten pruebas concluyentes de que el cuerpo sin vida de su hija está ahí. Afirmaron que están un poco desconcertados al perder protagonismo los agentes británicos, aunque muestran más confianza en las investigaciones alemanas que en las que llegan desde Portugal.
