El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de Argentina emitió una alarma ante la llegada de un intenso frío que está afectando a casi toda la nación. Según las previsiones, se espera que las temperaturas mínimas desciendan por debajo de los cero grados centígrados a lo largo de la semana en 19 provincias del país.
El Observatorio Central de Buenos Aires registró una temperatura de -0,1 °C a las 8 horas, marcando un hito tras 13 años de no experimentar temperaturas bajo cero en la zona de Villa Ortúzar. Esta ola de frío ha golpeado especialmente a las zonas centro y sur de Argentina, siendo Santa Cruz en la Patagonia sur una de las regiones más duramente afectadas. Se han reportado temperaturas de hasta 25 grados bajo cero en su zona cordillerana.
Como consecuencia de las intensas nevadas, el Ejército argentino ha movilizado brigadas mecanizadas desde finales del mes pasado para mantener abiertas las rutas que conectan entre localidades, asegurando así el suministro de alimentos para el ganado y facilitando el transporte de los trabajadores de yacimientos petrolíferos a sus lugares de trabajo.
El impacto de esta ola de frío no solo se refleja en la infraestructura y la circulación, sino que también afecta a la fauna local. El Consejo Agropecuario de la provincia estima que al menos 1 millón de cabezas ovinas y 50.000 bovinas se encuentran en riesgo, lo que representa la mitad de la producción de la región.
En contraste con estas condiciones extremas, solo el norte de Argentina registra una temperatura máxima de 18 grados, con una tendencia similar proyectada para los próximos días. Se pronostica que la media semanal no superará los 15 grados en todo el territorio, manteniendo un clima mayoritariamente frío.
Esta situación, derivada de una ola de frío polar, ha generado preocupación y movilización en todo el país para hacer frente a sus consecuencias. Las autoridades y organizaciones continúan monitoreando la evolución del clima y tomando medidas para proteger a la población y minimizar el impacto sobre la vida silvestre y la producción agropecuaria.
Fuente: EFE.