Recientemente, ha llegado a nuestro país un nuevo juego que rápidamente ha ganado popularidad entre los jóvenes. Se trata de una actividad en la que grupos se organizan para simular un enfrentamiento utilizando pistolas de hidrogel.
En ese sentido, el Dr. Robert Núñez, destacado pediatra, advierte sobre los riesgos de este nuevo desafío que, aunque pueda parecer una actividad inofensiva o entretenida, puede ocasionar daños, desde el punto de vista médico y social.
En ese sentido, señaló que, aunque las pistolas de hidrogel no están diseñadas para causar daño, el impacto en zonas sensibles como los ojos puede generar lesiones, incluyendo abrasiones corneales. “Esto puede requerir atención médica inmediata e incluso tener consecuencias permanentes”, indicó el especialista.
En otro punto, se refirió a la afectación de salud mental comunitaria. “Este tipo de conductas disruptivas puede generar una percepción de inseguridad en los espacios públicos, aumentando los niveles de ansiedad y estrés entre los transeúntes“, sostuvo.
“Es importante considerar cómo estas actividades afectan la tranquilidad y el bienestar colectivo”, complementó el Dr. Núñez, quien también se refirió a las consecuencias legales y sociales.
“En Brasil ya se ha registrado un caso trágico en el que un joven fue confundido con un criminal mientras participaba en este tipo de actividades, lo que terminó en un desenlace fatal”, citó.
“Estas situaciones subrayan la importancia de educar a los jóvenes sobre los riesgos asociados a este tipo de juegos y promover alternativas seguras de recreación”, sostuvo el médico.
Así mismo, el experto sostuvo que la participación en actividades grupales es fundamental para los adolescentes y jóvenes, pero el sentido de pertenencia no debe estar vinculado a acciones que comprometan la seguridad o el respeto hacia otros.
“Este tipo de dinámicas pone en evidencia la necesidad de fomentar valores como la empatía, la responsabilidad y la convivencia pacífica”, dijo.
“Si bien el juego puede parecer inofensivo y divertido, no debe pasar por alto el respeto hacia los demás y la responsabilidad individual. Es vital que tanto las familias como las autoridades educativas y comunitarias trabajen para promover actividades recreativas que sean seguras, respetuosas y que contribuyan al desarrollo integral de los jóvenes”, sentenció.