En la víspera de la Virgen de Caacupé, se pudo observar una masiva concurrencia de fieles que llegaron hasta la explanada de la Basílica para presenciar la misa central de la mañana.

En la víspera de Caacupé, instan a construir una sociedad más solidaria. Foto: gentileza
La homilía estuvo presidida por el presbítero César Villagra, del Obispado de las Fuerzas Armadas, quien oró por los que más necesitan y pidió una sociedad más justa para todos los paraguayos.
Sostuvo que los paraguayos deben usar la imagen de la Virgen María que siempre ayudó desinteresadamente a los que más necesitan y así poder tender la mano a los que viven en total abandono.
«Nuestra vocación cristiana nos impulsa a crear también las condiciones para que ancianos, hombres, mujeres, jóvenes y niños alcancen su plena realización«, expresó Villagra.

Piden ayudar a los que necesitan sin distinción alguna. Foto: gentileza
Refirió que debemos ser misericordiosos con los prójimos, aquellos que atraviesan una situación complicada y que extendamos nuestra mano a través del bien común.
«Es la misericordia la que pone en movimiento actitudes de compasión e impulsa a actuar al necesitado, en solidaridad con el pobre, con el desvalido. Por eso, el amor evangélico es la fuente de la solidaridad«, afirmó.
Instó a todos los paraguayos a realizar acciones que marquen nuestro rumbo y no solo con palabras, y aseguró que solo uniendo fuerzas entre todos podemos alcanzar la dicha de una sociedad más justa.

El presbítero César Villagra pidió por los que más necesitan. Foto: gentileza
«Mis queridos hermanos y mis queridas hermanas, el énfasis de la narración de la parábola de Jesús se trata de acción, se trata de actuar, de realizar actos de benevolencia«, añadió.
Para finalizar, Villagra pidió que utilicemos como impulso la palabra del señor para ayudar a los que hoy se encuentran desamparados para que el bien común marque el rumbo para tener una sociedad donde perdure la solidaridad.
«Haz el bien sin mirar a quién. Jesús, nos impulsa a todos los cristianos brindar nuestra ayuda y protección personal y social efectiva para todos, sin distinción alguna, a tender la mano y prestar el auxilio necesario y oportuno al que sufre, con el fin de construir una sociedad solidaria, donde el bien común marque el horizonte de nuestra experiencia comunitaria«, concluyó el religioso.






