El mandatario llegó caminando minutos antes de la celebración principal en la capital espiritual de la fe y algunos feligreses, que se encontraban ya en la explanada de la Basílica, lo recibieron con gritos y abucheos. Mario Abdo incluso respondió a los fieles con una sonrisa y les tiró un beso.

Durante la misa central, Abdo fue acompañado por el ministro del Interior, Euclides Acevedo, la fiscal general del Estado, Sandra Quiñónez, los ministros de la Corte Suprema de Justicia, Eugenio Jiménez y Manuel Ramírez, la senadora Lilian Samaniego, entre otras autoridades. En esta ocasión, no lo acompañó su esposa, la primera dama, Silvana Abdo.
La presencia del presidente se dio casi de manera sorpresiva, pues en la semana no se habría podido confirmar su participación en la celebración central en la Villa Serrana. A su llegada, el titular del Poder Ejecutivo, evitó dar declaraciones a miembros de la prensa.