Tres familias del asentamiento Nueva Esperanza, ubicado en el predio militar RC4, en Zeballos Cué, perdieron absolutamente todo luego de que sus precarias viviendas fueran consumidas por el fuego.
Osvaldo Argüello, uno de los afectados, mencionó que “nos quedamos sin nada, necesitamos ayuda para salir nuevamente adelante”.
Según Argüello, el incendio se habría originado por un cortocircuito. “Perdimos todo, no quedó nada, ni los documentos pudimos rescatar”, señaló.
Mientras que Paulina Franco, otra de las afectadas, expresó: “Nos quedamos con la ropa puesta, ya estábamos durmiendo en mi casa; cuando me desperté todo se estaba quemando”.
Los pobladores cuentan que, tras la crecida del río Paraguay en el 2014, fueron ubicados en ese sitio a la espera de una casa digna que le habían prometido desde el Ministerio de la Vivienda.
“Salimos del agua para venir acá con la esperanza de la vivienda”, expresó Osvaldo Argüello quien pide la asistencia de las autoridades.