La Itaipú Binacional ha iniciado la instalación de su primera planta solar flotante sobre el embalse, con una capacidad piloto de 1 megavatio (MW).

Inician los trabajos para la instalación de la primera planta solar flotante. Foto: gentileza
El objetivo principal es evaluar su rendimiento, viabilidad técnica y compatibilidad con la actual operación hidroeléctrica y hasta ahora se han colocado 2.435 flotadores de plástico de alta densidad, lo que representa el 30 % del total necesario para sostener los paneles solares.
Al respecto, el director de la Itaipú, Justo Zacarías, explicó que el proyecto busca explorar si la energía solar puede complementar a la hidroeléctrica, permitiendo ahorrar agua y utilizarla en momentos de mayor demanda, para de esa manera aprovechar el potencial hidráulico del río Paraná.
“Yo no quiero aseverarlo con firmeza, pero todas las conversaciones tienden hacía que esa posibilidad sea concreta. No hay mayores problemas de tener una visión de que el negocio de la generación de energía pueda expandirse y pueda haber otras alternativas, de hecho, ya lo estamos viendo”, señaló.
Afirmó que la iniciativa podría requerir una revisión del Tratado de Itaipú, ya que actualmente se enfoca exclusivamente en la explotación hidráulica y han destacado que están llevando a cabo análisis técnicos y legales para determinar la viabilidad de esta integración.
“Esto será experimental, nuestra intención es conocer el funcionamiento de una planta solar en un espejo de agua, verificar su rendimiento, condiciones técnicas y anclaje en el lago de Itaipú”, agregó.
Sostuvo que la inversión del proyecto es de aproximadamente USD 800.000 y aunque la energía solar sigue siendo más costosa que la hidráulica, su precio ha disminuido significativamente en los últimos años, lo que la hace cada vez más competitiva, por lo que estarán evaluando las alternativas.
“Con todo esto se evaluará y se generarán propuestas posteriores, esto puede crecer, será la primera (planta solar) sobre una lamina de agua“, indicó.
La iniciativa cuenta con el apoyo de ambos países, y técnicos de Itaipú ya han estudiado experiencias similares en Brasil. Si los estudios técnicos y económicos resultan favorables, hay voluntad política para avanzar en una mayor implementación.