Expertos advierten que el alcohol en gel debe ser utilizado solo en caso de no contar con agua y jabón para higienizar las manos. Su función es inmovilizar a los microbios e impedir que se puedan trasladar a otras superficies. Por ello, una vez que se pueda acceder al agua y jabón, se deben lavar las manos.
Explican que si bien el alcohol en gel constituye una alternativa para la desinfección, su mal uso puede ser perjudicial para la salud. Su correcta utilización sería lavarse las manos con agua y jabón, secarlas con papel y después aplicar el producto, como una alternativa, pues recordemos que esta solución actúa como un fijador.
La higiene es una de las principales armas que tenemos contra el Covid-19 y otras afecciones. Un correcto lavado de manos previene cerca del 50% de enfermedades infectocontagiosas y evita las transferencias microbianas.
Es imprescindible lavarse las manos con mucha frecuencia, especialmente antes de salir a la calle, al volver a casa, antes de preparar y consumir alimentos, luego de cuidar a un enfermo, haber utilizado el baño, entrar en contacto con secreciones, luego de toser o estornudar.
Los profesionales recomiendan que luego de cada cinco aplicaciones de alcohol en gel, se deben lavar las manos con agua y jabón. Explican que de esta manera se eliminará el residuo que deja el producto tras varias veces de utilizarlo.
