En el quinto día del novenario en honor a la Virgen de Caacupé, el monseñor Marcelo Benítez dirigió un fuerte llamado a tomar conciencia sobre el deterioro ambiental y la urgencia de asumir un compromiso real con el cuidado de la casa común.

Monseñor llama a una “conversión ecológica radical”. Foto: Gentileza
Basado en la enseñanza del Génesis y en la encíclica Laudato Si’ del Papa Francisco, el obispo recordó que “toda la creación de Dios es muy buena” y que el ser humano es su custodio.
Seguidamente, abordó sobre la creación amenazada y la crisis climática, advirtiendo que los modelos económicos actuales están destruyendo la naturaleza, priorizando ganancias sobre la vida.

Fieles participan de la ceremonia en Caacupé. Foto: Gentileza
El monseñor señaló que la madre tierra “sufre dolores de parto” por la deforestación, la contaminación del agua y del aire, y el uso de potentes agrotóxicos.
En ese sentido, criticó duramente al agronegocio que “mata la tierra y envenena el agua”, dejando en condiciones de vulnerabilidad a los pequeños productores y comunidades rurales. Recordó que el clima es un bien común y que hoy “la armonía del planeta ha sido alterada por el hombre”.

El monseñor criticó duramente al agronegocio que “mata la tierra y envenena el agua”. Foto: Gentileza
Finalmente, invitó a la comunidad a unirse en el cuidado de la naturaleza, promoviendo un desarrollo que respete los ecosistemas y asegure un futuro saludable para las próximas generaciones.
“Sin el cuidado de nuestra casa común no se puede hablar de bien común. Actuemos ya. La naturaleza puede recuperarse si cambiamos ahora”, sentenció.

El monseñor invitó a la comunidad a unirse en el cuidado de la naturaleza. Foto: Gentileza







