De acuerdo a lo declarado por el comisario Juan Cabrera, unos 50 hombres pertenecientes a la organización criminal quemaron colchones y muebles para para exigir al director de la penitenciaría, que reduzca los controles para facilitar el ingreso de alcohol y drogas.
Las autoridades penitenciarias se vieron obligadas a solicitar el refuerzo a la Policía Nacional, quienes debieron hacer el uso de la fuerza para controlar la situación.
Inmediatamente tras el control de la situación, el Ministerio de Justicia dispuso el traslado de 7 internos a otras penitenciarías. No se descarta que, en el transcurso del día, sean trasladados más reos.
Unos 10 reclusos, heridos por balines de goma, fueron atendidos en la sanidad de la institución.
Ante la llegada de fin de año, en las distintas cárceles se reforzaron los controles, principalmente de explosivos, estupefacientes y alcohol. La rigurosidad de la medida habría llevado a la organización criminal de Rotela a levantarse contra las autoridades del penal.