La depresión posparto, a menudo silenciada por siglos, es una realidad que afecta a muchas mujeres en el mundo después de dar a luz.

«Nació mi bebé y no me siento feliz»: ¿Cómo tratar la depresión posparto? Foto: iStock
En ese sentido, desde el Instituto de Previsión Social (IPS) recuerdan que es crucial visibilizar y tratar esta condición, ya que puede tener graves consecuencias si no se aborda.
De acuerdo a lo informado por la Previsional, durante los primeros meses del 2025, el equipo de psicología realizó 15 charlas educativas y brindó acompañamiento clínico a unas 741 madres en etapa de lactancia.
¿Qué es la depresión posparto?
La Lic. Griselda Méndez explica que la depresión posparto es un trastorno del estado de ánimo que puede aparecer días, semanas o meses después del nacimiento del bebé.
A diferencia del baby blues (transitorio), la depresión posparto persiste, afecta el bienestar de la madre y su vínculo con el bebé y la familia. Es por ello la importancia de estar atentos a los signos de alarma para buscar ayuda profesional.
“Ser madre implica un renacer emocional. No es sencillo, ni lineal, ni siempre alegre. Hablar de depresión postparto es visibilizar un dolor silenciado por siglos”, expresó la especialista.
Síntomas frecuentes:
- Tristeza profunda y llanto sin causa clara
- Cansancio extremo o insomnio
- Irritabilidad o ansiedad intensa
- Dificultad para conectar con el bebé
- Culpa, desesperanza o pensamientos intrusivos
Prevención: cuidar antes de que duela
La depresión posparto se puede prevenir en parte a través de la planificación, el apoyo y el autocuidado.
“La prevención es clave. Intervenir desde el embarazo ayuda a reducir el impacto emocional del puerperio”, sostuvo la psicóloga Méndez.
Igualmente, indicó que, durante esta etapa, es común sentir miedos, contradicciones y vivir duelos internos. Por eso es fundamental crear espacios de escucha activa, libres de juicios.
Así también aseveró que el entorno, incluyendo la pareja, la familia y los amigos, juega un papel crucial como red de contención emocional para la madre después del parto.
En esa línea, la Lic. Méndez aconseja escuchar sin minimizar; ayudar con gestos concretos, como la comida, tareas del hogar y el descanso, y acompañar sin invadir.
Igualmente, es importante observar cambios de ánimo y motivar a pedir ayuda si es necesario. La profesional enfatiza que el bienestar materno no es un lujo: es una necesidad prioritaria.
“Cuidar a quien cuida es proteger indirectamente al recién nacido. Acompañar a una mujer en esta etapa es un acto de humanidad: verla más allá del rol materno y recordarle que no está sola”, concluyó.