Según los datos de la Dirección de Salud Mental de la cartera estatal, el 85% de las mujeres que dieron a luz cae en cuadros depresivos.
Afortunadamente, un alto porcentaje supera el cuadro con el transcurso de los meses, pero el 25% sufre una intensa depresión posparto e incluso llegan a tener síntomas psicóticos y alucinaciones.
La tristeza, el llanto, el decaimiento y la fatiga son síntomas de un síndrome conocido como “baby blues” o depresión leve. Muchas mujeres no suelen percibirlo porque lo asocian al cansancio de ser madre, y lo superan sacando fuerzas con la contención familiar y sin necesidad de tratamientos.
Las mujeres caen en una depresión severa, cuando deben ocupar su tiempo 100% al bebé y no puede ocuparse de sí misma. Muchas veces, esta situación genera el sentimiento de culpa y eso trae la sensación de fracaso y la incapacidad de sentir alegría ante esa nueva etapa de su vida.