Nicolás Duarte sería el nombre del médico curandero, supuesto vendedor de la bala de mortero. El hombre habría asegurado a Juana López Cañete (41), que en el interior del artefacto había monedas de oro.

La mujer y su hijo menor de 16 años, manipularon el objeto y con ayuda de una sierra eléctrica intentaron abrirlo, cuando se produjo la explosión, dejando a ambos gravemente heridos. Actualmente se encuentran internados en delicado estado en el Hospital de Trauma de Asunción.

El hecho había ocurrido en Calle Hovy de la ciudad de Coronel Oviedo, departamento de Caaguazú. Blas Santacruz, hermano de Juana, exigió justicia para su hermana y su sobrino y pidió a las autoridades que atrapen a quien sería responsable del hecho.