El presidente de la República, Santiago Peña, aclaró los motivos de su viaje a Estados Unidos, previsto para el mismo día en que será el funeral del papa Francisco, por la cual no asistirá en el último adiós del sumo pontífice.

Santiago Peña explicó los motivos de su ausencia en el funeral del papa. Foto: Presidencía
Señaló que mantiene una profunda cercanía con la Iglesia Católica y recordó con aprecio su encuentro anterior con el sumo pontífice, y afirmó que las críticas siempre estarán presentes.
“La crítica siempre va a estar. Yo estoy seguro de que si iba a Roma, iba a tener crítica. Yo dejé muy claro que seguiría viajando porque Paraguay debe abandonar esa antigua imagen de isla rodeada de tierra”, refirió el mandatario.
Peña explicó que su agenda internacional ya estaba planificada con anticipación y que responde a compromisos estratégicos para el país. El objetivo principal del viaje es fortalecer la imagen de Paraguay en los mercados internacionales y promover oportunidades de desarrollo económico.
“No es ningún secreto mi compromiso con esa causa. El año pasado fui invitado al 30° aniversario del atentado a la AMIA y en diciembre abrimos la embajada en Jerusalén”, agregó.
A pesar de las críticas, el mandatario reafirmó su respeto y afecto hacia la figura del papa Francisco, destacando su legado y su impacto tanto en Paraguay como en el mundo.
“Fui a rendirle homenaje en vida. Él ya estaba con complicaciones de salud y, aun así, me recibió en el Vaticano. Luego suspendió su agenda por ese mismo motivo”, indicó.
Subrayó que su ausencia no implica un distanciamiento con la Iglesia ni con los valores que representa y aseguró que es católico practicante con acciones.
“Creo que he dado muestras de afecto y reconocimiento hacia el papa Francisco y hacia la Iglesia Católica, como probablemente muy pocos presidentes. Soy católico practicante, no solo en el discurso, sino en la acción”, sentenció Peña.
El Gobierno designó al presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Latorre, como representante oficial en el funeral del papa, en muestra del respeto institucional hacia el líder religioso.