La depresión posparto es muy común en madres durante los primeros meses de vida de su hijo, pero principalmente afecta a madres primerizas que sienten temor de no poder cumplir con las responsabilidades maternas.

Un 25 % de los hombres sufre de la depresión postparto. Foto: Getty Images
Muchas personas piensan que la depresión posparto es una condición que solo afecta a las mujeres, pero según los últimos estudios realizados, afecta también a los hombres.
Sorpresivamente, en los últimos años, se ha notado un aumento considerable de esta patología que se presenta en los hombres, donde un 25% se encuentra afectado durante el proceso del postparto.
Según el artículo ‘Depresión Posparto Paterna: Visibilidad e Influencia en la Salud Infantil’, desarrollado por la Universidad de Granada y la Universidad Nacional de Educación a Distancia, un 25% de los hombres sufre de la enfermedad posterior a ser padre.
Estos estudios señalan que existen muchas razones por las que ocurre la depresión posparto, y no necesariamente se debe a las hormonas, como la mayoría lo piensa.
Esta patología se puede presentar debido a una combinación de factores de riesgo, como un historial previo de depresión, problemas para dormir después del nacimiento del bebé, falta de apoyo social o problemas financieros.
Los primeros síntomas se manifiestan desde un estado anímico bajo, falta de motivación, falta de sueño, sentirse culpable o inútil, falta de concentración, cambios en el apetito o el peso hasta fatiga, agotamiento y pensamientos de muerte o suicidio.
La principal diferencia entre la depresión típica y la posnatal es que, si la primera puede ocurrir en cualquier momento, la segunda ocurre, por lo general, tras el nacimiento del bebé.
También refirieron que en el caso de los hombres es mucho más difícil buscar ayuda, por temer los prejuicios, por lo que indican que no hay nada de malo en buscar apoyo, ya sea de seres queridos, amigos o un médico.
Afirmaron que la depresión posparto puede ocurrir en cualquier momento tras la llegada del bebé durante el primer o segundo año de nacimiento y no solo durante los primeros meses.