A fin de tratar la dermatitis atópica, dermatitis seborreica y rosácea, enfermedades de la piel que empeoran con la llegada del frío, desde el Hospital de Clínicas, de la FCM-UNA, brindan una serie de consejos.
Dermatitis atópica en invierno: ¿Cómo tratarla? Foto: Ilustrativa
Al respecto, el Dr. Arnaldo Aldama, jefe del Servicio de Dermatología, detalló que la exposición al clima, el uso de calefacción y las duchas muy calientes inciden en la aparición de afecciones.
«La piel como una barrera o medio que nos relaciona con el exterior sufre un gran impacto, debemos extremar sus cuidados, sobre todo en la humectación reduciendo el tiempo de baño, usar jabones suaves o neutros ya que al ser abrasivos, retiran la capa de protección de la piel”, indicó.
Asimismo, aconsejó el uso de cremas humectantes en todo el cuerpo, especialmente en zonas que están muy expuestas al ambiente.
En otra línea, el profesional explicó que la dermatitis atópica es multifactorial, con factores genéticos y un déficit de sustancia en la piel llamada filagrina.
Asimismo, mencionó que el tratamiento depende de la edad, el estado y la severidad; los hidratantes son la primera línea de tratamiento, resaltó. “Hay medidas sencillas como la humectación, luego antiinflamatorios tópicos, a veces usamos inmunosupresores y biológicos”, indicó.
Dr. Arnaldo Aldama, jefe del Servicio de Dermatología. Foto: Gentileza
En cuanto a la dermatitis seborreica, el Dr. Aldama indicó que es un proceso inflamatorio que deja la piel más susceptible, afectando zonas que están expuestas al viento. En grados severos puede afectar gran parte del rostro.
El médico indicó que se va aplicando al tratamiento por etapas; por ejemplo, champú con ketoconazol o coaltar, cremas de uso tópico, o comprimidos para casos severos.
En tanto, la rosácea es una enfermedad inflamatoria crónica que produce enrojecimiento y vasos sanguíneos visibles en la cara, aunque no se conocen bien las causas, se habla del ácaro demodex.
Esta afección es más frecuente en mujeres y en pieles claras. El tratamiento es con antibióticos como la tetraciclina; también son útiles el metronidazol de uso tópico.
