Según el reporte médico del Hospital de Trauma, ambas víctimas de la explosión de una bala de mortero presentan numerosas heridas, fracturas y quemaduras.
Los doctores detallan que el joven de 16 años, se encuentra consciente. El mismo sufrió quemaduras de segundo grado, traumatismo en ambas manos con heridas desgarrantes, fractura de huesos y amputación del dedo índice de la mano izquierda.
Las esquirlas impactaron en varias partes del rostro y una astilla de metal se incrustó en el ojo derecho y probablemente pierda la vista en ese ojo, según los profesionales.
En tanto que la mujer, Juana López Cañete de 41 años de edad, se encuentra con asistencia respiratoria mecánica en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI), debido a que la explosión afectó severamente la tráquea y uno de sus pulmones, además de sufrir quemaduras de segundo grado, que afectan el 18% del cuerpo y una fractura mandibular.
Según el relato de los familiares, la bala de mortero, le fue entregada por médico naturalista, expareja de la mujer, quien les aseguró que en su interior encontrarían oro. Al intentar abrir, se produjo la detonación. El responsable se encuentra prófugo.
Por su parte, desde la Dirección de Material Bélico del Ejército Paraguayo aseguran que es un elemento explosivo perteneciente a la época de la Guerra del Chaco.