Cerca de las 3 de la madrugada del jueves, una madre denunció el supuesto rapto de su hija de 16 años, que se había quedado en su casa ubicada en la compañía Arrua’i de Itá. La menor se encontraba en la vivienda con su hermano de 11 años, mientras los padres fueron a trabajar al Mercado de Abasto.
La madre comentó que la adolescente la había llamado para decir que desconocidos ingresaron a la casa y luego envió audios vía WhatsApp pidiendo auxilio, diciendo que se la llevaron y que al defenderse, logró herir a uno de ellos con un arma blanca, por lo que en la habitación quedaron restos de sangre.
Agentes de Investigación de Delitos del Departamento Central y de Criminalística descubrieron que la presunta sangre de los delincuentes era de origen animal. Esto fue confirmado por una vecina, quien fue la que habría vendido la sangre a la menor, “para un remedio”.
Posteriormente agentes de Antisecuestros se involucraron y rastrearon el celular de la presunta víctima, quien fue encontrada caminando en el barrio San Pablo, donde habría estado en un inquilinato junto a una persona conocida.
Tras la inspección médica y psicológica, la adolescente fue entregada a los familiares. Queda en manos del Ministerio Público determinar las acciones a tomar, teniendo en cuenta la posible simulación de un hecho punible.
